El pasado domingo 6 de marzo se llevaron a cabo los prefestivales de Shorashim y Bikurim, y éstos nos provocaron miles de emociones: nerviosismo, nostalgia, emoción, y la certeza de que el Festival Aviv está listo y más vivo que nunca. Quienes bailamos sabemos que los prefestivales marcan el inicio de la temporada Aviv, lo cual nos emociona muchísimo porque significa que el evento para el que hemos trabajado por meses (en esta ocasión años) ya está a la vuelta de la esquina. Sin embargo, esta vez estos se vivieron de forma distinta pues se volvieron mu- cho más significativos después de dos largos años de pandemia. Para mí y algunxs otros compañeros, los prefestivales se sintieron de cierta forma surreales, como si hubiéramos puesto pausa en el 2020 y play dos años después para encontrarnos con el mismo escenario, con los bailes que habíamos trabajado y con la misma emoción de siempre.

A pesar de, no es tan sencillo como poner play y pausa, pasaron miles de eventos en el medio que nos afectaron de forma individual y comunitaria, los cuales hacen que todas estas emociones se amplifiquen y que se nos ponga la piel chinita al volver bailar todxs juntxs dos años después en ese escenario que nos estuvo esperando.

En el prefestival de Shorashim se vio un poco de lo que los grupos de secundaria nos tienen preparado para este año. En esta ocasión Shorashim se renueva y presenta un formato nuevo: todos los bailes están hilados por una narrativa común, en donde el público acompañará a Sara a cruzar por muchas puertas que nos llevan a los momentos que nos marcaron como pueblo. En el caso de Bikurim, los bailes folklóricos nos re- montan a distintas costumbres y tradiciones, las cuales van acompañadas de la música de nuestras culturas, y de la energía que nos llena como público. Los bailes contemporáneos, por su parte, expresan las interpretaciones de los distintos va- lores presentes en el judaísmo, estas coreografías están llenas de altibajos musicales e imágenes impactantes que nos conmueven. El prefestival de Bikurim donde se presentaron todos los bailes juntos se vivió como un collage impresionante que nos recordó la esencia del Festival y de nuestro judaísmo. Asimismo, los prefestivales estuvieron conectados por una Harkadá, la cual nos unió a todxs sin importar edad, institución o categoría para bailar juntxs la danza que tanto amamos. Sin lugar a duda, los prefestivales ejemplificaron a la perfección el tema de este 48 Festival Aviv: estamos unidos, vamos a continuar.