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Cumplimos 72 años y seguimos creciendo…

Centro Deportivo Israelita, A.C.

Y, por supuesto, se mueve hacia adelante. Con más de siete décadas el Dépor ha enfrentado muchos desafíos y siempre hemos salido airosos. El sueño se forjó desde una generación que imaginó una fantástica utopía que pronto se hizo realidad y que en cada aniversario se revalidan los conceptos de identidad comunitaria, vigor cultural y fortaleza deportiva.

Hoy cumplimos 72 años de hacer realidad muchos sueños. Durante ese tiempo cada generación ha sido puesta a prueba ante diversos desafíos y ahora la estafeta está en buenas manos, las nuevas generaciones siguen soñando un Dépor mejor; una comunidad más unida y una identidad fortalecida. Por eso, el Dépor se mueve, te mueve, nos mueve a todos.

El 15 de octubre de 1950, fecha de la inauguración del CDI, marcó un antes y un después respecto a lo que podemos ser capaces cuando nos atrevemos a soñar y luego poner manos a la obra. En palabras de Carlos Fishbein: “Todos creían imposible que entonces lográramos los proyectos que con tanta seguridad mostrábamos en las maquetas. Pero hoy vemos que no sólo era un sueño, y que el CDI hace sentirnos como en casa… El CDI es nuestra casa”.

Ese mismo espíritu ha estado presente cada vez que nos actualizamos. Por eso, en este nuevo aniversario, el Dépor se mantiene joven porque el reto inicial era estar siempre a la vanguardia. Hoy, para propios y extraños, la Casa de Todos se revitaliza permanentemente. En esta edición, te invitamos a recordar algunos de los momentos brillantes de nuestra historia que se reflejan en la construcción de algunas instalaciones emblemáticas y grandes eventos donde los principales actores son nuestros Socios para quienes todo este proyecto cobra sentido y rumbo.

Secuencia en movimiento

En agosto de 1944 quedó asentado que la finalidad del Centro Deportivo Israelita era “fomentar y desarrollar los deportes y la cultura física en general”. La cita corresponde a un fragmento de la escritura que hacía realidad que los terrenos del ex rancho de Sotelo serían nuestra sede. Antes, los pioneros, Moisés Derzavich, Fernando Katz y Mateo Libnic se encargaron de ir convenciendo a sus amigos y luego involucrar a toda la Comunidad. Con una asistencia de 60 personas, el martes 14 de diciembre de 1943 se realizó la primera Junta General. Del deporte a la vida judía sólo había un paso. El periodista Jaime Lazdeizki veía mucho más allá de la práctica del deporte. En 1945, comentó: “quiero subrayar que los méritos del CDI serán más grandes todavía si logran sanar las almas al mismo tiempo que sus cuerpos, creando una limpia atmósfera judía. Si esos son los propósitos del Centro Deportivo, valen la ayuda de todos”. Ahora, en este nuevo aniversario esas palabras vuelven a cobrar sentido.

Del entusiasmo, visión y compromiso de los Fundadores Sr. José Belkind, Sr. Moisés Derzavich, Ing. Jaime Dorotinsky, Ing. Samuel Dultzin, Sr. Carlos Fishbein, Sr. Rosendo Gervitz, Sr. Moisés Gitlin, Ing. Isaac Grabinski, Dr. Fernando Katz, Sr. Jacobo Krumholz, Sr. Felipe Libnic, Ing. José Steider, Sr. Edmundo Stern, Sr. Carlos Szapiro y Sr. Max Udinsky, la historia se ha ido forjando a partir de una idea primigenia que engloba nuestros valores. A las 10 de la mañana del 15 de octubre de 1950, la familia cedeísta veía realidad un sueño largamente anhelado.

Y, entonces, empezamos a caminar. Los primeros años fueron cuesta arriba tal y como consignan nuestros archivos. A paso firme, en 1953, asistimos a la IV Macabiada Mundial en Israel, fue nuestra primera participación. También aquel año. De la mano de Raquel Tibol, nació la Revista Mensual de Información CDI.

A tan sólo un lustro, nace otro pilar de nuestra Institución, el 15 de octubre de 1955 se inaugura el Edificio Social Samuel Dultzin. Diseño del Arq. Vladimir Kaspé, se trata de un espacio emblemático de un estilo sobrio, sencillo y funcional, pero a la vez también complejo y de gran detalle. Caminar, leer, conversar, asistir a una exposición o simplemente admirar la amplitud de este edificio, es una joya de la que hemos disfrutado varias generaciones.

El Mural, una obra que nos conecta. Discípula de David Alfaro Siqueiros y de Diego Rivera, en Fanny Rabel recayó la encomienda de representar el anhelo de redención del Pueblo Judío, con los profetas como personajes centrales. Rabel logró capturar el tema de la supervivencia por el espíritu del Pueblo Judío.

La Alberca es otro distintivo de la Institución. Herencia de los Fundadores, con gran visión, el domingo 3 de agosto de 1958, se inauguró la Alberca Olímpica. Sus especificaciones técnicas la hacían en su momento de vanguardia nacional e internacional. Este espacio ha sido sede de tres Juegos Macabeos Panamericanos, entre otros grandes eventos.

En la década de los sesenta, el CDI ya estaba plenamente consolidado con 14,000 Socios registrados. Además de la vida deportiva, social y cultural, en octubre de 1968 fuimos sede del primer Congreso de la Unión Mundial Macabi. Con motivo de ese evento y de que ese año se realizaban las Olimpiadas es nuestro país, se organizaron múltiples eventos como ponencias y exposiciones.

La expansión nos llevó a T-Poz. Muy cerca del municipio conurbano de Tepotzotlán, Estado de México, en 1973, conseguimos un estupendo terreno propicio para amplias áreas verdes y un pequeño lago incluido. Dos años más tarde, el 18 de mayo de 1985, se inauguran las primeras instalaciones y se empiezan a recibir excursiones. Desde entonces, T-Poz se convierte en un sitio paradisiaco, ideal para campamentos y fines de semana. El CDI, la Casa de Todos, tiene espacios para todos. Chicos y grandes encuentran deportes, actividades culturales y de identidad a la medida; el sueño, la visión se han consolidado con creces. Nuestros archivos reseñan que, en la década de los ochentas, el Futbol y la Pista Atlética eran de los espacios más concurridos; por lo que, ya en este siglo, se renovó el complejo que ahora incluye el Campo de Futbol Atención!!! y las Tribunas y Pista Atlética René Wolf Leitenberg.

No sólo la renovación está en nuestro ADN, con miras siempre de mantenernos a la vanguardia, en diciembre de 2018, nació el complejo deportivo que incluye: el Estadio David y Vicky Daniel e Hijos, diversos salones de usos múltiples, el Campo de Futbol Familia Picker, además de las canchas de Tenis Justino y Doris Hirschhorn y Familia, y de la Arena CDI.

De igual forma relevante, el CDI empezó a tener acuerdos con otras instituciones. Tal es el caso de la alianza con el Colegio Hebreo Monte Sinai que dio vida a Punto CDI Monte Sinai. Dicha alianza vino a ampliar la oferta de servicios de desarrollo social, cultural y deportivo de los Socios que residen en los municipios de Naucalpan y Huixquilucan, o en la alcaldía de Cuajimalpa. Asimismo, el teatro y en particular el Festival Habima ya tiene una trayectoria de tres décadas. El Auditorio Marcos y Adina Katz han sido la sede de ese festival desde 1992, y sólo la pandemia nos alejó de ese entrañable espacio. En medio de la crisis sanitaria, la creatividad nos llevó presentar obras de teatro en línea, y tal vez a valorar los espacios que durante muchos años han sido como una segunda casa.

Más que una reseña de aniversario, cada Socio sabe que el Dépor es un referente de la Comunidad donde en sus aulas, patios, canchas e instalaciones especializadas se vive con intensidad un modelo cultural único que nos distingue. Los Fundadores podrían estar más que satisfechos por lo que ellos sembraron y el espíritu que han transmitido a las nuevas generaciones. Además del Habima, los jóvenes tienen el Festival Aviv, el Blowie Music Fest, los Campamento de Verano y Macabi, entre otras opciones de convivencia intercomunitaria. Dentro los sitios emblemáticos de convivencia y desarrollo humano destacan también, las Galerías de arte y las aulas de talleres, así como la Ludoteca. De igual manera relevante, sobresale la construcción del Estacionamiento techado que vino a resolver una cuestión de seguridad y confort para los Socios.

Un capítulo aparte es la Biblioteca Moisés y Basi Mischne que desde el 16 de octubre de 1955 es un orgullo de fecundidad colectiva. Una vez más, el sentido comunitario cobra sentido en un proyecto de gran trascendencia. Desde su fundación, hace 67 años, la Biblioteca se ha enriquecido con aportaciones de todos los Socios. La Biblioteca ha sido durante muchos años un baluarte de nuestra identidad como el Pueblo del Libro.

Dentro de los eventos deportivos de trascendencia internacional, el CDI ha sido sede en tres ocasiones de los Juegos Macabeos Panamericanos. En nuestras instalaciones recibimos, además de nuestros atletas a deportistas de Israel, del continente americano e invitados europeos en 1979, 1999 y recientemente en 2019. De los XIV Juegos Macabeos Panamericanos aún nos queda el grato sabor de haber sido anfitriones de un evento que impactó a las nuevas generaciones por nuestra capacidad logística, de instalaciones de primer nivel y de resultados históricos que nos llenan de orgullo. Dentro de la infraestructura deportiva también destaca la participación de nuestros atletas en las Macabiadas de Israel y los juegos juveniles (JCC) en Estados Unidos, entre otros.

En estos primeros 72 hemos consolidado una Institución hecha a partir de una visión, un sueño que se ha materializado y se encuentra en expansión. En esta breve mirada al pasado podemos congraciarnos con lo que tenemos y a pesar de las adversidades seguimos adelante siendo una admiración de propios y extraños. Al recordar las palabras, antes mencionadas, del periodista Jaime Lazdeizki podemos asumir que su visión de fortalecer lo deportivo, cultural y de identidad ha sido posible gracias al esfuerzo colectivo que él evocaba. En continuidad al proyecto de los Fundadores, hoy se cuenta con un cuerpo muy robusto de Voluntarios que aportan de manera generosa su tiempo y experiencia para que las cosas sucedan. Pero sin duda, la espina dorsal, el cuerpo y el corazón del CDI son sus Socios, hombres, mujeres, niños y adultos que dan vida a diario a este espacio que todos conocemos como La Casa de Todos. ¡Larga vida!