//LituanIa Mendelevich
Parece ser que de resultar electa como Presidenta de los Estados Unidos, Hillary Rodham de Clinton, se prepara para cambiar radicalmente el tono y el tenor de las relaciones con Israel, de una postura adoptada por el gobierno de Obama, de acuerdo con varios de sus principales colaboradores.Sobre la cuestión de Irán, el reto de la paz en Oriente Medio y en las relaciones bilaterales entre los dos países, Clinton ve una oportunidad de dar vuelta a la página, después de ocho años de turbulencias y para reconstruir la confianza entre sus líderes y los pueblos, además de crear un posible entorno en el que los israelíes estén dispuestos a seguir el liderazgo de Estados Unidos, motivados por la creencia de que las tácticas de la última administración resultaron contraproducentes para la persecución de la bien intencionada paz.
Todos están conscientes de las tensiones que ha tenido que enfrentar el Primer Ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, y los efectos de una línea dura estadounidense sobre la política de Israel. Mientras que Hillary Clinton, que en común acuerdo con Obama ambos tienen la misma idea de dos Estados, aunque ella rechaza las tácticas que han sido utilizadas a últimas fechas.
“Se da cuenta y sabe que hay pasos constructivos hacia la creación de un entorno propicio”, dijo Laura Rosenberger, un asesora de política exterior de Clinton, “y hay pasos que son menos constructivos que pueden ser tomados por diferentes lados. La creación de un entorno propicio sería su primer objetivo”.
“Ella ha dicho que quiere manejar las diferencias en voz baja,” dijo también Wendy Sherman, exsubsecretaria de Estado para asuntos políticos y jefa negociadora de Obama durante las conversaciones nucleares de Irán. Sherman es ahora una de las asesoras de más alto rango de Clinton. Comentó para los medios informativos sobre Hillary: “Ella no está en lo absoluto interesada en que otros abran una brecha entre los Estados Unidos e Israel, y que no cree que una solución puede ser impuesta desde fuera. Ella no va a sumergirse de cabeza en una iniciativa que no ha sido bien analizada”.
Asesores actuales y anteriores describen su afinidad con Israel como una característica de la escuela de pensamiento tradicional. Esto tiene que ver con el prisma de una generación que fue testigo de lo que representa el estado judío como un refugio democrático, en una zona no liberal como lo son la mayoría de los países del Oriente Medio.
Dando testimonio de esos eventos a lo largo de su vida, Clinton ha llegado a entender la aguerrida mentalidad israelí, o sea estar más en línea con la comprensión de Netanyahu del terrorismo como una amenaza generalizada contra las sociedades civilizadas.
“Ella nos solo tiene una conexión emocional con los valores de Israel, sino también una conexión de intereses estratégicos”, dijo Dennis Ross, un veterano diplomático de las administraciones de Clinton, George H. W. Bush y Obama.
A diferencia de Obama, Clinton no ve el terrorismo en Israel y los territorios palestinos como una experiencia distinta y separada provocada por las políticas israelíes. Ella más bien ve una “creciente ola de extremismo a través de un amplio arco de inestabilidad”, dijo a la Brookings Institution en diciembre pasado, que describe una de las tres tendencias que convergen más de Estados Unidos y los intereses de seguridad nacional de Israel.
Las otras dos tendencias, dijo Clinton a Brookings, son “agresión iraní” y esfuerzos para presionar a Israel en el escenario mundial.
Una de esas etapas puede ser pronto el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, en la que al menos una propuesta está siendo examinada que internacionalizar el conflicto con la descripción de parámetros para una solución de dos estados.
“Creo que aquí el gobierno de Israel tiene un papel clave. Pero el conocimiento de Clinton de la política israelí ayudará a reconocer, lo que es posible lograr y cuándo - un principio básico del arte de gobernar”, dijo David Makovsky, director del proyecto en el proceso de paz en Oriente Medio en el Instituto Washington para la Política del Cercano Oriente y un alto asesor del gobierno de Estados Unidos durante las negociaciones 2013-2014 entre israelíes y palestinos.
Todo indica que Hillary Clinton, tiene un compromiso inquebrantable con la seguridad de Israel. Esa base muy sólida será la que mantenga la pauta en las decisiones que se consideren a futuro si resulta ser la próxima presidenta de Estados Unidos.
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