En mi experiencia con grupos familiares, he tenido casos de adicciones peligrosas, conductas antisociales y conflictos entre miembros que han llegado a la violencia, demandas y desafortunadamente a delitos. Mi trabajo consiste en detectar estos “ríos subterráneos” y si considero que requieren ayuda profesional que me rebasa (no pretendo ser terapeuta, abogado o psiquiatra porque sería inmoral), pero trato de influir con la confianza que me otorgan mis asesorados para que busquen apoyo especializado. Especialmente dolorosos han sido ciertos casos donde la familia es altamente disfuncional, adolorida, y uno o varios integrantes de esta requieren urgentemente tratamiento psiquiátrico. Brotes psicóticos violentos pueden ocasionar tragedias y hay que actuar con rapidez. Lo mismo con enfermedades en Adultos Mayores como la demencia senil o el Alzheimer que causan olvidos, conductas erráticas, y se encuentran casos desgarradores, demostrando ciertos niveles de miseria humana inaceptables.
Como ven, amigos lectores, el buscar armonía familiar, preservar la comunicación y el patrimonio son asuntos para los que hay que trabajar mucho, pero especialmente ya sean ustedes mismos o con asesores profesionales e imparciales deben estar atentos a conductas u actitudes anormales, y tomar medidas inmediatas para evitar tragedias. Lo importante es saber diferenciar al miembro familiar triste, enojado, agresivo o retraído, estar discretamente muy atentos, y buscar la comunicación necesaria para tener control y seguimiento sobre sus conductas. No es agradable asistir a estos eventos como asesor aún siendo de mucha confianza, pero es vital prevenir actos traumáticos irremediables.
Esta dirección de correo electrónico está protegida contra spambots. Usted necesita tener Javascript activado para poder verla.
blog: delverboemprender.com.mx
Polonia y las raíces de familia
Las empresas familiares modernas
Los hijos de los emprendedores (Segunda parte)